A esta
pregunta, normalmente, el público en general suele contestar de dos formas
estándar.
a) Es un culto
satánico.
b) Es la
religión de las brujas.
La primera
opción no supone más que un puro y simple desatino, claro está. La Iglesia Católica,
tradicionalmente, ha señalado como diabólicas a todas las religiones que
adoraban dioses distintos al “único y verdadero”; a sus sacerdotes y
sacerdotisas servidores del Maligno. Nada nuevo bajo el sol.
La segunda
resulta más afinada, pero sigue pecando de excesivo simplismo. Es la propia de
quien ha leído algo sobre el tema, llegando a hacerse una idea esquemática y
general. No va a ser extraño escuchar que se trata de una religión pagana o
afirmaciones similares. Como vamos a ver, esto tampoco tiene por qué ser
exactamente así.
Desde que
Gerald Gardner pusiera en marcha la cosa, allá en la primera mitad del siglo
XX, se han dicho muchas tonterías y disparates. Uno de los más frecuentes, aquello
de que un practicante wiccano no puede recurrir al panteón judeo-cristiano en
su ritualidad. “¡No, no…! ¡Eso no está
permitido! Si estuviéramos en los tiempos de la Inquisición nos
quemarían a todos en la hoguera”. Grande. Hay que suponer pues que el Dios
y la Diosa están
muy irritados con los cristianos y les han negado su favor.
Vamos a ser
serios. Poniendo que existan realmente seres ubicados en la divinidad y que
éstos escuchen a los humanos que les invocan… ¿se le representa a alguien
coherente que se preocupen por el nombre con que éstos lo hagan? Es posible que
todavía os resulte un tanto confusa la cosa. Al final de esta primera entrega
del artículo quizá lo entendáis mejor.
El problema
más habitual a la hora de explicar lo que es la WICCA y hacerlo comprensible
para quien por primera vez recibe información sobre ello, viene dado por el
hecho de que se suele ir al resultado final y no al esqueleto de dicha
doctrina. Como se suele decir, se empieza la casa por el tejado, aportando un
sin fin de detalles que, al final, no son sino particularidades de cada
religión vehicular usada. Porque una cosa que ha de quedar clara desde el
principio, es que, cualquiera que sea la adoptada –cristiana, céltica, nórdica,
greco-romana…-, no será ésta la que se esté practicando, sino la propia
religión wiccana, adoptando estos panteones por razones que enseguida pasaremos
a aclarar.
Vayamos
nosotros pues a ese esqueleto. La estructura básica misma, a partir de la se
deriva todo el desarrollo dogmático wiccano.
Para empezar,
olvidaos de todo eso de una pluralidad de dioses. Hacedlo incluso de una
dualidad. Lo del Dios y la Diosa
es sólo un arquetipo. No existen como seres individuales, siendo tan sólo dos
conceptos construidos por la mente humana para mejor orientarse en este campo.
La
WICCA es una religión monoteísta. Sí, sí… habéis leído bien.
Monoteísta. En cuanto deis con alguien que os hable de ellos como dos seres
distintos de existencia real, podéis pasar página directamente: Estáis tratando
con un pedante con diarrea mental.
Según el
postulado wiccano, existe un ser supremo y creador del universo. Un ser único.
Ocurre en cambio que un concepto tan vasto es imposible de abarcar por nuestra
mente. Nos resulta demasiado lejano, demasiado enorme… como intentar imaginar
el infinito o la eternidad.
A consecuencia de esa imposibilidad, se ha
recurrido a otros más cercanos y manejables. Los seres humanos atribuimos
género a las cosas. LAS montañas: femenino. LOS océanos: masculino. EL cielo,
LAS nubles, LOS cometas, LAS estrellas, LOS planetas, EL cosmos, LOS bosques,
LAS aves, LOS animales… Obviamente el otorgado varía de unas lenguas a otras y
lo que en unas puede ser masculino, en otras puede ser femenino y viceversa,
pero el caso es que siempre se suele hacer.
Es por ello
que se ha recurrido a esos arquetipos del Dios y la Diosa. Nos resulta mucho más
sencilla la concepción del ser aludido a través de éstos, dotándolo de aspectos
masculinos o femeninos y atribuyendo los unos al primero unos y los otros a la
segunda.
Ésta sería una
primera simplificación. Y sin embargo el asunto todavía podría resultar
demasiado amplio. Difícil invocar a una misma figura para pedirle cosas tan
contradictorias como fuerza en una disputa y la sanación de una enfermedad para
un ser querido, por ejemplo. La inspiración para escribir una novela y la
suerte para ganar una apuesta. Memoria para preparar un examen y atractivo para
conquistar a la persona deseada…
Ello lleva a una segunda simplificación,
diferenciando nuevamente aspectos y facetas en estos arquetipos. Así, dentro
del concepto del Dios, se puede distinguir el de la guerra o combate –no
necesariamente militar, puede ser también económica, por un puesto de trabajo…-
el de los negocios, el poder, el intelecto…. Dentro del de la Diosa, el del arte, la
inspiración, la fertilidad, el amor, la sexualidad…
Y a partir de
este punto es que puede comenzar a entenderse la cosa. Cada uno de esos campos
de la actividad humana, ha estado en las distintas mitologías bajo el control
de una deidad diferente. Marte-Ares o Tyr, por ejemplo, para la guerra.
Venus-Afrodita o Ishtar, para la sexualidad o el amor. Etc. Los diferentes
dioses en las diferentes de aquéllas –Ares, Lug, Cernunnos, Thor, Odín, Zeus…- vendrían a representar aspectos
parciales del Dios. Distintas facetas de él. Las diferentes diosas -Atenea,
Sif, Freya, Ishtar, Hera, Dana… -, ídem de la Diosa.
En WICCA el
adepto tiene libertad para elegir sus propias divinidades para de cara a esta
identificación. Incluso puede adoptarlas provenientes de distintos panteones.
Así, puede invocar a Odín y a Atenea. O a Thor y Venus. A Cernunnos e Ishtar…
Incluso puede optar por mantener las figuras genéricas del Dios y la Diosa, concretando después y
para cada ocasión según el asunto de que se trate. De esta manera, si es uno de
amor o sexualidad puede invocarla a ella en la forma de Venus o Ishtar. Si de
pugna o conflicto, a él en la de Ares o Ashur. Un detalle: En algunas
mitologías el género del campo en cuestión puede cambiar. De esta manera, en la
céltica había una diosa, no dios, de la guerra. Mórrigan, señora de ésta y de
la muerte. Incluso en la greco-latina, también Atenea, junto a Ares, lo era
igualmente. A él le correspondía la actividad bélica en su versión más salvaje.
A ella en cambio, en la de estrategia e inteligencia. De hecho, se la consideraba más poderosa, pues en La Ilíada
Homero nos cuenta cómo venció rotundamente a Ares en combate singular cuerpo a cuerpo.
En fin, se
trata de escoger cada cual o cada grupo aquellas figuras con que más armonía
encuentre y, así, más faciliten la sugestión necesaria en los trabajos mágicos.
Difícilmente resultaría ésta posible con una que nos resulte increíble o
extraña. En suma, la magia consiste en la capacidad para convencerse de que
aquello que se desea y para lo cual se ejecuta el ritual, se va a alcanzar.
¿Alguien podría lograrlo invocando a Sin
Chan o a Los Caballeros del Zodíaco?
Pues eso. El mismo efecto de inutilidad se predicaría de unas que no nos
resulten familiares ni permitan confiar en lo que estamos haciendo. Pongamos
por ejemplo, el dios de la lluvia de los Sioux para un practicante escandinavo.
Y llegados
aquí, salta la bomba. Si en definitiva las figuras elegidas no son concebidas
como seres de existencia real e individual; si de lo que se trata es de escoger
aquellas que a cada cual permitan una mayor capacidad de concentración y
confianza en el resultado del ritual, teniendo libertad en ello para optar
entre las de cualquier culto o mitología; si lo practicado no es al final ninguna
de estas religiones, sino la propia wiccana que se erige en una distinta e
independiente… ¿Qué impide decantarse por las del panteón cristiano? Si existe
un ser único creador… ¿por qué no puede identificarse éste con su Dios? Si unas
figuras arquetípicas del Dios y la
Diosa… ¿por qué no con las de Jesucristo y la Virgen María? Si las mitologías
paganas distinguen una pluralidad de dioses para cada aspecto de éstos en
particular… ¿no hacen lo propio los cristianos con sus santos, ángeles,
arcángeles…? ¿No es acaso Santa Bárbara la señora de las tormentas, como Thor?
¿No conoce el ángel Sachiel de los mismos asuntos que Júpiter más o menos? ¿No
es San Judas Tadeo el abogado de los imposibles?.. Si todo esto es así, ¿por qué
no se puede optar por estas figuras en
lugar de por las de otras mitologías? ¿Acaso el Dios y la Diosa han dejado dicho que
no les gustan y no lo permiten, como si de elegir conjunto para una fiesta se
tratase? Si tengo que autoconvencerme de lo que estoy haciendo y lo consigo
mejor con éstas que con las otras y al
final eso es lo que va a contar… ¿por qué diantre no voy a poder decantarme por ellas? ¿Se
van a enfadar el aquéllos y me van
anegar su ayuda por eso?
Como ya dije
antes, seamos serios. Una cosa es la utilización política que de las distintas
religiones se haya hecho. Ello no tiene nada que ver con la realidad
trascendental que pueda haber o dejar de haber tras ellas. Su validez o
invalidez no va a depender de lo que sus practicantes, los malísimos señores de
la Inquisición
y compañía incluidos, hagan o dejen de hacer, sino de aquélla. Y si la
WICCA mantiene que ésta viene a ser la misma con diversas
interpretaciones realizadas por cada pueblo, que en lo esencial no van a
diferir y cuentan lo mismo, tan apta y procedente serán las procedentes de la cristiana, como la de
cualquier otra.
Cosa distinta
es el tema de la armonía con la
Naturaleza, que es uno de los principales pilares wiccanos.
Eso la va a implicar, ciertamente, una mayor comunión en principio con las
religiones paganas naturales, que mantuvieron un contacto con ésta que las
monoteístas fueron perdiendo. Pero dado que, volvemos a lo mismo, no se trata
de adoptar una u otra de aquéllas, sino unas u otras figuras; que la WICCA en sí es una religión
natural; y que quien la practique, por tanto, estará practicando una de este
tipo, sea cual sea la vehicular que escoja, el resultado final va a ser el
mismo.
En fin,
concluyo aquí esta primera entrega del artículo dedicado al wiccanismo. Próximamente
lo continuaré con otras, entrando ya en temas de ritualidad, liturgia,
celebraciones, etc.
muy interesante señorita
ResponderEliminarMuchas gracias, G666. Me alegra que así lo hayas encontrado. :-)
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