En una fría
noche de junio, se vivió en Villisca (Iowa) uno de los episodios más
escalofriantes de la historia de los EEUU. Los cuerpos de seis niños y dos
adultos fueron encontrados mutilados y sin vida en el interior de su hogar, asesinados
brutalmente por su verdugo con un hacha.
Artículo
confeccionado por Ana Negra y Alma Negra.
Imagen de
portada: Alma Negra a partir de una fotografía propia y otra ajena.
Resto de
imágenes: Halladas en Google.
……………….…………………………………………
*Las porciones
de texto acotadas entre asteriscos, son comentarios y aportaciones personales
de Ana Negra y/o Alma negra.*
En una calle
residencial tranquila en el pequeño pueblo de Villisca en Iowa, se encuentra
una antigua casa de madera blanca. En una noche oscura, la ausencia de luces y
sonidos son la primera indicación a los visitantes de que esta casa es
diferente de las otras casas que la rodean. Tras una inspección más cercana,
uno se da cuenta de que sus puertas y ventanas están herméticamente cerradas y
cubiertas. Una letrina en el patio trasero sugiere que esta casa no ocupa un
lugar en el siglo XXI, pero de alguna manera pertenece a otra época y otra
historia.
Por desgracia
para los ciudadanos de esta comunidad muy unida, el 10 de junio de 1912, la
tranquilidad de este pueblo fue destrozada por el descubrimiento de los
asesinatos de la familia Moore, conocidos y queridos residentes de Villisca y
dos invitadas, asesinados durante la noche en sus camas. A partir de entonces
durante más de cien años sus residentes han visto como su pueblo se ha hecho
famoso no por ser un bonito y acogedor lugar sino por la palabra indígena
“Wallisca”, que significa “espíritu maligno”.
Las paredes
siguen protegiendo la identidad del asesino o asesinos que acabaron brutalmente
con la vida de toda la familia de Josías Moore y dos invitadas durante la noche
del 10 de junio de 1912. Cien años después, su secreto sigue atrayendo a muchos
visitantes a su puerta.
Según varios
expertos en el campo de lo paranormal, esta casa de Villisca concentra mucha
energía. Las visitas de los investigadores especializados han aportado “evidencias”
en audio, video y fotografías que, según ellos, sugieren actividad paranormal.
Los Tours han sido interrumpidos por supuestas voces de niños, lámparas que
caen, escaleras móviles y objetos que vuelan. Los psíquicos afirman la
presencia de espíritus que habitan en el hogar y muchos aseguran haberse comunicado con ellos.
Josías B.
Moore fue uno de los empresarios más prominentes de Villisca. Josías se casó
con Sarah Montgomery el 6 de diciembre de 1899 en la casa de sus padres. Josías
y Sarah Moore tuvieron cuatro hijos, Herman, Katherine, Boyd y Pablo. Josías
había sido residente de Villisca durante trece años y fue empleado por Frank
Jones en la tienda de este durante nueve años.
Sarah
Montgomery (Moore) nació en el Condado de Knox, Illinois en 1873 y se mudó a
Iowa con sus padres, el señor y la señora de John Montgomery y su hermana,
María, aproximadamente en 1894. Tenía treinta y nueve años de edad y era madre
de cuatro hijos cuando fue asesinada en su cama. Era una mujer ejemplar y era miembro activo de la iglesia
presbiteriana.
El domingo 9
de junio, Ina y Lena Stillinger, las hijas de los Stillinger, dejaron su casa
para asistir a la iglesia en donde se celebraba el Día de los Niños. Tras los
ejercicios religiosos tenían previsto volver a casa pero fueron invitadas por
Katherine Moore a pasar la noche en su casa con ella.
Arriba los
niños Moore y abajo las niñas Stillinger.
Las hermanas
Stillinger tenían once y siete años. Fueron enterradas una junto a la otra en
el cementerio de Villisca.
El Programa
del Día del Niño en la Iglesia Presbiteriana era un evento anual y comenzó
aproximadamente a las 20:00 pm en la tarde del domingo 9 de junio. Según los
testigos, Sarah Moore coordinó los ejercicios. Todos los niños Moore, así como
las niñas Stillinger participaron. La familia Stillinger y Moore eran muy
amigas. Las niñas vivían a las afueras de Villisca en una granja, por lo que
Sarah ofreció su casa para hospedarlas, ya que al día siguiente la iglesia
presbiteriana tenúa una actividad para niños. Lena e Ina eran muy amigas de los
hijos del Sr. Moore, por lo que aceptaron la gentil invitación sin saber que
ésa sería la última noche de sus vidas.
El programa terminó a las 21:30 pm y la
familia de Moore, junto con las hermanas Stillinger, se fueron juntos a casa.
Entraron en su casa en algún momento entre las 21:45 y las 22:00.
A la mañana
siguiente, aproximadamente a las 5:00 am, Mary Peckham, vecina de los Moore,
salió al patio para tender la ropa. Aproximadamente a las 7:00, se dio cuenta
de que no sólo la señora Moore no había salido fuera ni iniciado las tareas,
sino que la casa misma parecía inusualmente silenciosa. Entre las 7:00 y las
8:00 am, Mary Peckham se acercó a la casa y llamó a la puerta. Como no recibió
ninguna respuesta, intentó abrir la puerta pero se encontró que estaba cerrada
por dentro. Es entonces cuando Mary hizo una llamada al hermano de Josías, Ross
Moore, iniciándose así una de las investigaciones de asesinato peor manejadas
de la historia de EE.UU.
A partir de
los testimonios de Mary Peckham y los que vieron a la familia Moore en el
ejercicio del Día del Niño, se cree que en algún momento entre la medianoche y
las 5:00, un desconocido entró en la casa de JB Moore y asesinó brutalmente a
todos los ocupantes de la casa con un hacha.
Al llegar a la
casa de su hermano, Ross Moore trató de mirar por una ventana del dormitorio y
luego llamó a la puerta y gritó, tratando de levantar a alguien de dentro de la
casa. Cuando eso fracasó, abrió la puerta con un juego de llaves que su hermano
le había dado. Aunque la Sra. Peckham lo siguió hasta el porche, ella no entró
en la habitación de abajo.
Cuando abrió
la puerta del dormitorio, vio a dos cuerpos en la cama y manchas oscuras en la
ropa de cama. Entonces regresó de inmediato al porche y le dijo a la Sra.
Peckham que llamara al sheriff. Los dos cuerpos de la sala de abajo eran los de
Lena Stillinger de doce años y su hermana Ina de ocho, las invitadas de los
niños Moore. Los restantes miembros de la familia Moore se encontraron en las
habitaciones del segundo piso. Cada uno de los miembros de la casa había sido
brutalmente asesinado y sus cráneos aplastados mientras dormían. Josías Moore,
de cuarenta y tres años, Sarah Montgomery Moore, de treinta y nueve, Herman
Moore, de once, Katherine Moore, de nueve, Boyd Moore de siete y Paul Moore de
cinco, así como las Hermanas Stillinger.
Una vez que
los asesinatos fueron descubiertos, la noticia recorrió rápidamente la pequeña
ciudad. Como vecinos y curiosos se reunieron en la casa, los agentes del orden
rápidamente perdieron el control de la escena del crimen. Se dice que hasta un
centenar de personas entraron en la casa embobados ante los cuerpos antes de
que la Guardia Nacional de Villisca llegara alrededor del mediodía para
acordonar la zona y asegurar el lugar. Los únicos hechos conocidos con respecto
a la escena del crimen fueron los siguientes:
-Ocho personas habían sido asesinadas
brutalmente, presumiblemente con un hacha en la escena del crimen. Al parecer,
todos habían estado durmiendo en el momento de los asesinatos. El asesino había
golpeado a cada una de ellas con el dorso de su arma a fin de dejarlas
inconscientes, para a continuación destrozarles el cráneo con el filo.
-Los médicos estimaron el momento de la
muerte un lugar poco después de la medianoche.
-Las cortinas estaban corridas en todas las
ventanas de la casa, excepto dos, que no tenían cortinas. Estas ventanas se
cubrieron con la ropa que pertenecía a la familia Moore.
-Todas las caras de las víctimas estaban
cubiertas con la ropa de cama después de que fueron asesinadas.
-Todos los espejos de la casa habían sido
cubiertos con la misma ropa de los Moore.
-Una lámpara de queroseno se encontró al
pie de la cama de Josías y Sarah Moore y una similar se encontró también al pie
de la cama de las chicas Stillinger.
-El hacha fue encontrada en la habitación
ocupada por las niñas Stillinger y se notaba el rastro de intentar limpiarla.
El hacha pertenecía a Josías Moore.
-Una cacerola de agua con sangre fue
descubierta en la mesa de la cocina, así como un plato de comida no consumida.
-Las puertas estaban cerradas.
-Dr. Linquist, el forense, informó del
hallazgo de un trozo de tocino en el suelo de la habitación de abajo situado
cerca del hacha. Con un peso aproximado de dos libras, estaba envuelto en lo
que parecía ser un paño de cocina. Una segunda loncha de tocino del mismo
tamaño se encontró en la nevera.
-Los cuerpos de Ina Stillinger y su hermana
Lena fueron encontrados en el dormitorio de la planta baja de la sala. Ina
estaba durmiendo cerca de la pared con Lena a su lado derecho. Un abrigo gris
les cubría la cara. Lena, según el testimonio de la investigación del Dr. FS
Williams, “tenía un pie fuera de la cama
como si hubiera pateado a su atacante, estaba de medio lado con una mano debajo
de la almohada. Al parecer, ella había sido golpeada en la cabeza y se retorció
en la cama. El camisón de Lena estaba subido hacia arriba y no llevaba ninguna
ropa interior, por lo que se cree que fue víctima de algún tipo de abuso sexual
por parte de su atacante. Había una mancha de sangre en el interior de su
rodilla derecha y lo que los médicos suponían era una herida defensiva en el
brazo”.
*Personalmente, recuerdo haber visto
algún documental que hablaba sobre este caso en el que se afirmaba que todas
las víctimas murieron mientras dormían y no se hacía mención alguna referente a
abusos sexuales. Igualmente, en la tarea de búsqueda e información para
redactar el presente artículo, encontramos otros en los que se aseguraba que
Lena Stillinger “Lena e Ina dormían
juntas. Lena fue la única en despertar cuando ocurrieron los ataques. El techo
de la habitación donde dormían estas pequeñas muestran que Lena corría para
escapar del asesino... se escondió inútilmente tras una puerta del dormitorio
donde encontró su muerte. Dicen que Lena además presentaba signos de ser
violentada sexualmente”.
Nótese que el
testimonio del Dr. FS Williams habla de “algún tipo de abuso sexual”, mientras
que el segundo texto lo hace ya directamente de violencia sexual. Aconsejamos
pues poner estas afirmaciones en cuarentena, pues si bien el hecho de que la
niña durmiese junto a su hermana podría justificar la circunstancia que fuese
la única en despertar antes de ser agredida, la discrepancia entre versiones y
el que el documental televisivo a que hemos hecho referencia nos parezca una
fuente más fidedigna, nos lleva a recelar de posibles licencias de los
sucesivos autores de los artículos, que puedan haber deformado la versión
original a fin de dotarla de una mayor espectacularidad. Por otro lado, el
testimonio del Dr. FS Williams afirma que Lena parecía haber sido golpeada en
la cabeza antes de despertar, lo cual descartaría la hipótesis de que lo
hubiera hecho a consecuencia de la agresión de su hermana.*
-Si bien nadie
fue condenado por los asesinatos de Villisca, parece que no hubo escasez de
sospechosos. En los días siguientes a los crímenes, se podía leer al menos
cuatro posibilidades en cualquier edición del periódico. Muchos de los asesinos
potenciales sin embargo, se agotaron rápidamente y según pasaba el tiempo
comenzaron a escasear. Hoy en día, los historiadores y los que han estudiado
extensamente los asesinatos del hacha apuntan hacía tres sospechosos.
El primero de
ellos era Frank F. Jones, un prominente residente de Villisca y Senador del
Estado de Iowa. Josías Moore trabajó para Frank Jones en la tienda de Jones
durante varios años hasta que abrió su propia empresa en 1908. Según los
residentes Villisca, Jones estaba extremadamente disgustado por ello. Corría el
rumor de que Moore tuvo un romance con la hijastra de Jones, lo cual vino a
caldear más aun el asunto. El detective Wilkerson, de la agencia de detectives Burns, acusó abiertamente a Frank y su
hijo Alberto de contratar William Mansfield para matar a Joe Moore. Jones fue
arrestado y ambos negaron vehementemente cualquier conexión con los asesinatos.
Senador Frank
F. Jones.
El segundo
sospechoso, William Mansfield de Blue Island, Illinois, fue el principal
sospechoso de la agencia de detectives Burns,
de Kansas City y el detective James Newton Wilkerson. De acuerdo con la
investigación de Wilkerson, el asesinato de Joe Moore y los otros ocupantes de
la casa Moore fueron cometidos por Mansfield, quien a su vez fue contratado por
el senador FF Jones.
Mansfield
también era conocido como George Worley o Turnbaugh Jack. Según Wilkerson,
Mansfield era un cocainómano y asesino en serie. Wilkerson, según Mansfield,
también fue el responsable de los asesinatos a hachazos de su esposa, su hijo
recién nacido, su suegro y su suegra en Blue Island, Illinois el 5 de julio de
1914 (dos años después de los asesinatos Villisca), los asesinatos cometidos en
Axe Paola , Kansas, cuatro días antes de los asesinatos Villisca y los
asesinatos de Jennie y Peterson en Aurora, Colorado.
Según la
investigación de Wilkerson, todos los asesinatos fueron cometidos precisamente
de la misma manera que en Villisca. Wilkerson dijo que podía probar que
Mansfield estuvo presente en cada uno de estos lugares en la noche de los
asesinatos. En cada asesinato, las víctimas fueron asesinadas con un hacha y
los espejos de las casas estaban cubiertos. Igualmente, en el escenario de esos crímenes fueron halladas una lámpara que
arde se dejó a los pies de la cama y una cacerola en la que el asesino se había
lavado se encontró en la cocina. En cada caso, el asesino quería evitar dejar
huellas digitales por el no uso de guantes, fuerte evidencia según Wilkerson de
que el hombre era Mansfield, quien sabía que sus huellas estaban en los
archivos de la prisión federal de Leavenworth militar.
Wilkerson
logró convencer a un gran jurado para abrir una investigación en 1916 y
Mansfield fue arrestado y llevado a Montgomery County de Kansas City. Sin
embargo, un testigo proporcionó una coartada que puso a Mansfield en Illinois
en el momento de los asesinatos de Villisca. Fue puesto en libertad por falta
de pruebas y más tarde ganó una demanda presentada contra Wilkerson y fue indemnizado
con 2.225 dólares. Wilkerson cree que la
presión de Jones dio como resultado no sólo de la liberación de Mansfield, sino
también en la posterior detención y el juicio del reverendo Kelly.
*La autoría de
Wilkerson, a nuestro entender, resulta muy dudosa. Además de que el jurado lo
declarase inocente de los crímenes de que se le acusaba y se le indemnizase,
hay que recordar que el hacha con la que se cometieron los asesinatos de
Villisca, pertenecía a Josías B. Moore, lo cual implica que no fue escogida
premeditadamente como arma para llevar a cabo su acción por el asesino, sino
que fue hallada casualmente por éste. Ello descartaría pues la coincidencia de modus operandi con los crímenes
anteriores.
Por otro lado,
hay que suponer que un asesino serial no va pregonando por ahí que lo es. ¿Cómo
se pudo enterar pues el senador de su condición para contratarlo, viviendo
además en otro lugar?*
William Mansfield
El otro
sospechoso principal en el asesinato de Villisca era el reverendo George Kelly,
un predicador ambulante. Kelly y su esposa se establecieron en Macedonia, Iowa
en 1912 después de varios años de predicación en todo el Medio Oeste. En 1917,
Kelly fue arrestado y acusado del asesinato de una de las víctimas de los
crímenes de Villisca. Kelly fue invitado a asistir a los ejercicios del Día del
Niño en la Iglesia Presbiteriana el 9 de junio de 1912. Su presencia en
Villisca en la noche de los asesinatos y su posterior salida en las horas
tempranas de la mañana del 10 de junio le hizo el principal sospechoso en el
caso.
El primer
juicio de Kelly dio lugar a un jurado en desacuerdo y finalmente fue absuelto
por el segundo. Según la información presentada por Kelly, una vez absuelto se
trasladó a Kansas City, Connecticut, y finalmente a la ciudad de Nueva York.
Los años restantes de su vida y de su lugar de descanso final siguen siendo un
misterio.
*El artículo
olvida mencionar que el reverendo Kelly se confesó autor de los asesinatos de
Vellisca, libremente y sin presión de ningún tipo, si bien el jurado decidió
finalmente que su autoinculpación era falsa.
A nuestro
juicio, la hipótesis del reverendo resulta mucho más consistente. Estuvo esa
misma tarde con las víctimas, conocía la casa, confesó su autoría… Existen
indicios bastante sólidos que apuntan hacia él.*
Reverendo Kelly
A día de hoy
los asesinatos de Villisca son un expediente sin resolver, en el cual el responsable
los mismos salió impune.
Arma con que se cometieron los asesinatos
Las casas
antiguas guardan muchas historias, sobretodo aquellas que son marcadas con un
pasado tan oscuro como la muerte de ocho personas a manos de un hombre y un
hacha.
En 1930 la
casa fue habitada por un matrimonio joven. La esposa no dormía por las noches
porque despertaba con el molesto sonido de una persona que subía y bajaba las
escaleras. Pero lo peor estaba por llegar, una noche al abrir los ojos, la
asustada mujer pudo ver a un hombre con un hacha a los pies de su cama. El
esposo, asustado por el estado mental de su mujer tomó la decisión de
mantenerse despierto por las noches para vigilar el sueño de su esposa. Fue
grande su sorpresa cuando despertó con el mismo ruido de la escalera y el
sonido de llantos de niños que su esposa le había contado.
Dicen que este
hombre salió de allí con su esposa y su hijo pequeño en cuanto pudo vender la
propiedad, era tanto el miedo que se conformo con una cantidad muy inferior a
la que pago por la casa solo para poder huir de allí.
Otra de las
historias es la de la familia Geeseman. Ignorando la actividad que tenía esta
casa por las noches decidieron vivir en ese lugar. El resultado fue que
acabaron durmiendo fuera de la casa, ya que no soportaron el estrés de ver como
se abrían las puertas con ausencia absoluta de viento, además contaban que
alrededor de las 3 de la mañana veían una silueta en ropa de dormir paseándose
por las habitaciones.
Otra de las
familias que residió en la casa fue la de Linda Cloud, su padre que era
camionero solía ausentarse por mucho tiempo, dejando solas a su esposa e hijas
ya adolescentes. Las niñas le contaban a su padre que oían llorar niños, que
las puertas se abrían y que su ropa aparecía esparcida por toda la habitación.
Su padre nunca les creyó les decía que eso eran cosas de su imaginación, hasta
que un día, mientras afilaba un cuchillo, una presión hizo que se autohiriese
con éste, como si una mano invisible hubiese dirigido su mano.
*Hay que tener
en cuenta el estado de sugestión bajo el cual debían vivir todos estos
inquilinos que ocuparon la casa de Villisca después de los asesinatos. En
nuestra opinión, parece mucho más probable que estas experiencias se deban a
ello y no a reales experiencias paranormales.*
En 1994, Darwin
y Martha Linn de Corning compraron la antigua casa de la víctima de asesinato
JB Moore y su familia. La casa fue devuelta a su estado original en el momento
de los asesinatos del 10 de junio de 1912. Fue incluido en el Registro Nacional
de Lugares Históricos y abierto para visitas.
Darwin Linn
propietario de la casa-museo.
Habitación niñas
Stillinger.
Habitación
de los niños Moore.
Habitación de
Josías F. Moore y Sarah Moore.
Ático, lugar
de mayor actividad supuestamente paranormal.
Armario de la
habitación donde se escondió el asesino.