Según Scott Cunningham, wiccano practicante y uno de los autores que más a aportado a la difusión de la WICCA, ésta es “una religión pagana contemporánea la cual tiene sus raíces espirituales en el shamanismo y las expresiones tempranas de reverencia a la Naturaleza. Entre sus características generales están: Reverencia a la Diosa y el Dios; Magia; observación ritual de la Luna Llena, fenómenos astrológicos y la agricultura; templos esferoidales, creados con Poder Personal, en los cuales se realizan los rituales”.
Hecha esta
advertencia, veamos la exposición de Cunningham acerca de las creencias de esta
religión.
CREENCIAS
La Espiritualidad de
la naturaleza es nuestra religión y nuestro fundamento de vida.
Todo lo que
tocamos puede enseñarnos algo, cada signo de la naturaleza que vemos es un
libro sagrado y nuestra iglesia está donde nosotros estemos. Somos parte de la
naturaleza, no sus dueños.
Nuestras
creencias se basan en religiones antiguas, adaptadas a los tiempos modernos, y
en un constante proceso de recuperación de los conocimientos que se han ido
perdiendo con el tiempo.
Gracias a esa
recuperación, que se ve directamente influenciada por nuestro contexto
cultural, existe más de una rama o forma de hacer las cosas. Cada tradición
tiene sus propias creencias y tradiciones, y sin embargo algunos conceptos son
comunes a la mayoría de ellas.
Entre ellos,
nuestra relación con la naturaleza y nuestra creencia en la reencarnación. Me
atrevería a decir que sin ellos, no podemos llamarnos a nosotros mismos
paganos, así como no se puede ser cristiano sin reconocer a Cristo.
¿Por qué?
bueno, ambos conceptos están íntimamente ligados. Al creer que la vida es
pedacito del círculo, creemos que el ciclo de nacer, crecer, aprender, morir,
integrar lo aprendido y decidir que aprender después, volver a nacer.. etc. es
un círculo muy similar al que observamos en el cosmos, los animales y las
plantas, aún cuando el ciclo se dé a distintos niveles. Creemos en la fuerza de
la naturaleza, tanto en este planeta como más allá de él y de los límites del
cosmos que hoy conocemos. Por tanto, tratamos de estar en sincronía con esas
fuerzas, a través del respeto y de la compresión de que todos somos parte de un
todo en constante movimiento.
El paganismo
desde su enfoque de respeto a la naturaleza y a la conexión con ella puede ser
una forma de vida, es la creencia en la divinidad y en la reencarnación es lo
que lo transforma más allá de un movimiento en una religión.
El celebrar
las fiestas religiosas del año, y estudiar nuestro set de cocimiento, es lo que
nos convierte en practicantes de dicha religión.
Es importante
recalcar que así como otras religiones creen en la salvación individual para
luego entrar en la vida eterna, nosotros nos fijamos en la conexión entre las
cosas porque creemos que estamos interconectados en espíritu y en aprovechar y
aprender todo lo que podamos en esta vida, pues luego de ella, somos parte de
un todo de energía al que podemos contribuir con nuestros conocimientos.
Pero así como
creemos en el bien común, creemos que la religión es algo personal e intenso.
La nuestra es una senda que construimos sobre la base de trabajo creativo,
sobre la experiencia personal y el conocimiento compartido. Por eso, y también
por la falta de profesores o por simple opción personal, muchos de nosotros
caminamos en solitario, mientras que otros lo hacen en pequeños grupos llamados
covens.
Como parte de
nuestra religión, la observación y compenetración con los ciclos de la tierra
es fundamental. Observar los equinoccios, solsticios (el ciclo del sol) y las
fases de la luna (ciclo lunar) nos ayuda a conocernos a nosotros mismos. Honrar
estas ocasiones nos ayuda no sólo a conectarnos con otros paganos si no a
devolver, en pequeña medida, la generosidad de nuestro planeta.
Creemos en que
existe una fuerza divina.., a la que llamamos de diversos modos dependiendo de
nuestro entrenamiento.
Nuestro
principal objetivo es el Balance, el Equilibrio. Alcanzar la sabiduría, el
entendimiento y el balance con lo que nos rodea, es nuestra misión.
Creemos en que la verdad es que la fe nace
de la experiencia personal, no de palabras escritas. Que somos uno con el universo
que el espíritu esta en nosotros y a nuestro alrededor. Esa es nuestra senda.
Bibliografía:
Scout Cunningham
Wicca: Una guía para la práctica individual
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